Esta presentación describe la experiencia y lecciones aprendidas en el proyecto de implementación de las Escuelas de Campo en la región de Trifino.
Actores locales y productores agropecuarios en Latinoamérica tienen acceso limitado a la información agroclimática y, cuando logran acceder a ella, tienen dificultades para traducirla en conocimiento procesable y accionable. Si bien los servicios climáticos son reconocidos por contribuir a cerrar la brecha entre la generación de información climática y su uso por parte de las partes interesadas, su provisión y uso en Latinoamérica aún representa un desafío crítico.
Local stakeholders and agricultural producers in Latin America have limited access to agroclimatic information and, when they do gain access to it, they have difficulty translating it into understandable and actionable knowledge. While climate services are recognized as contributing to bridging the gap between the generation of climate information and its use by stakeholders, their provision and use in Latin America still represents critical challenge.
Honduras según proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE para el 2019), posee una población total de 9,158,345 habitantes. De los datos oficiales, se resalta que un alto porcentaje es población rural (45.2%), y población femenina (51.3%), mientras que la población joven equivale a un 59%1 . Estos escenarios propician la caracterización de Honduras como un país femenino, joven e inequitativo.
Honduras se caracteriza por tener una mayoría de pequeños productores (as) que realizan su actividad productiva en menos de 10 hectáreas, característica muy común en las cadenas del café, cacao, rambután y resina1 . Estos cultivos enfrentan problemáticas relacionadas con la productividad, el ataque de plagas y enfermedades, y la calidad del producto relacionada al manejo durante la cosecha y postcosecha.