Esta presentación describe la experiencia y lecciones aprendidas en el proyecto de implementación de las Escuelas de Campo en la región de Trifino.
La Gestión de Tecnología e Innovación (GTI) juega un papel crucial en el avance del sector agropecuario de una nación, ya que promueve el mejoramiento de la productividad y competitividad en todas las regiones, consolidándose como una herramienta fundamental en su desarrollo. El propósito central de este estudio es proponer una nueva perspectiva en la gestión de la tecnología y la innovación para las Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) de la provincia de Cotopaxi, presentando así una alternativa innovadora que busca resolver los retos existentes y futuros en esta materia.
[Introducción]: El cultivo de madera sostenible pierde terreno ante la producción agrícola y otros usos de la tierra; para contrarrestar esto, es necesario entender de qué manera el ente productor toma decisiones en la adopción voluntaria de sistemas agrícolas.
En la actualidad, las tecnologías digitales forman parte de nuestra vida cotidiana, y la constante búsqueda de factores innovadores se ha vuelto indispensable para adaptarse al futuro. La innovación involucra la creación de algo nuevo y diferente, ya sea resolver un problema preexistente de una manera original, enfrentar un desafío inexplorado utilizando una solución comprobada, o bien, aportar a una problemática completamente nueva con una respuesta novedosa (FAO, 2023a).
Colombia produce más azúcar por mes en una hectárea de tierra que cualquier otro país. El privilegio se debe a la productividad de la caña de azúcar cultivada en el valle del río Cauca, donde 14 plantas procesadoras operan casi todo el año para producir azúcares, mieles, bioetanol y energía eléctrica. La caña es suministrada por 2750 proveedores, propietarios del 75 por ciento de las 240 000 hectáreas sembradas, y por los mismos ingenios o centrales azucareras (25 por ciento del área).
Nicaragua es el país más grande de América Central, y la agricultura es uno de los motores del desarrollo económico y social. El sector agrícola aporta el 16.1 por ciento del producto interno bruto (PIB), el 33 por ciento del empleo formal y la seguridad alimentaria de la población. Alrededor de la producción agropecuaria se integran 260 000 productores.