Sustainable intensification of smallholder farming is a serious option for satisfying 2050 global cereal requirements and alleviating persistent poverty. That option seems far off for Sub-Sahara Africa (SSA) where technology-driven productivity growth has largely failed. The article revisits this issue from a number of angles: current approaches to enlisting SSA smallholders in agricultural development; the history of the phenomenal productivity growth in the USA, The Netherlands and Green Revolution Asia; and the current framework conditions for SSA productivity growth.
This paper takes the viewpoint of a social scientist and looks at agricultural scientists' pathways for science impact. Awareness of these pathways is increasingly becoming part and parcel of the professionalism of the agricultural scientist, now that the pressure is on to mobilize smallholders and their productive resources for (global) food security and for reducing persistent rural poverty. Significant new thinking about pathways is emerging and it is useful to present some of this, even if it is not cut-and-dried.
Little is known about effective ways to operationalize agricultural innovation processes. The authors of this article use the MasAgro program in Mexico (which aims to increase maize and wheat productivity, profitability and sustainability), and the experiences of middle level ‘hub managers’, to understand how innovation processes occur in heterogeneous and changing contexts. Their research shows how a program, that initially had a relatively narrow technology focus, evolved towards an innovation system approach.
This publication provides a collection of papers, commentaries, expert opinions and reflections on state-of-the-art innovation systems thinking and approaches in agriculture. It is the direct output of a CTA and WUR/CoS-SIS collaboration which had its genesis in an expert consultation on ‘Innovation Systems: Towards Effective Strategies in support of Smallholder Farmers’.
La extensión es el proceso de intervención de carácter educativo y transformador, cuyo objetivo es el desarrollo económico y social de las familias rurales, a través de servicios de asistencia técnica, intercambio de tecnología, desarrollo de capacidades y capacitación. Este documento muestra como lograr estos servicios.
La innovación, producción y comercialización de un producto resultan de la interacción de una diversidad de actores. Así, el modelo de extensión hub del programa gubernamental MasAgro busca ser un espacio en el que agricultores, extensionistas, proveedores de insumos, instituciones gubernamentales y de enseñanza e investigación, entre otros, interactúen, con el fin de promover bienestar individual y colectivo a través de la innovación.
El análisis de redes sociales aplicado al estudio de los sistemas productivos locales (redes de innovación) contribuye a vislumbrar la complejidad de los procesos de innovación tecnológica y su transferencia en el sector rural, mediante la caracterización de los vínculos que establecen los diversos actores sociales participantes, y que con el tiempo pudieran constituir ambientes regionales de innovación.
El servicio de extensión agrícola es uno de los principales vínculos entre la producción y el uso del conocimiento para la agricultura de los países en desarrollo. En la literatura, se han identificado agentes que actúan como intermediarios para vincular a dos o más actores que no se encuentran conectados. Sin embargo, pocos estudios abordan los mecanismos que éstos utilizan para intervenir y menos aún, una tipología que los caracterice e integre.
La presente propuesta de investigación pretende como objetivo generar un modelo metodológico operativo para lograr la competitividad de los pequeños agricultores en condición de pobreza y marginación.
El objetivo de este estudio realizado en el año 2015 fue analizar el nivel de competitividad de 145 unidades familiares distribuidas en los tres estados. Se empleó un cuestionario para la obtención de datos que facilitaron la detección de los factores que han intervenido para tal situación. Se seleccionaron comunidades representativas de los tres estados (Oaxaca, Guerrero y Chiapas) y se recopiló información socioeconómica por medio de cuestionarios como la principal fuente de datos, la cual se complementó con talleres y pláticas informales.