En este trabajo se presenta la descripción de tres casos: Caprica, Productores de Chihuahua y los Porcicultores, que coordinaron sus esfuerzos para crear empresas integradoras como una estrategia, a través de la cual los miembros -pequeños productores- generan redes de colaboración para asociarse, que los lleva a insertarse en cadenas de valor que buscan mejores condiciones para sus productos, al tiempo que les da valor agregado; al hacerlo, cada una de ellas se encuentra en diferente estado de integración e inserción en las cadenas de valor, lo que les da la oportunidad de encarar los reto
El presente trabajo describe como en el desarrollo de los procesos humanos y productivos de las empresas rurales interviene en la creación de redes de conocimiento, a través del estudio de dos casos, dirigidos por mujeres, cuyo giro es completamente diferente. Así mismo, plantea como el crecimiento de estos negocios ha dado respuesta al generar empleo y autoempleo a quiénes se esforzaron por progresar junto con sus familias, aprovechando los recursos naturales y preservando las raíces culturales que distinguen a sus comunidades