Le projet agro-écologique porte une ambition claire : dépasser les oppositions autour de la question du modèle de croissance de notre agriculture et inscrire l’évolution de notre agriculture et des filières agricoles et agroalimentaires dans un cadre tourné vers l’avenir et adapté aux nombreux défis que nous devons relever. Cette approche est d’autant plus nécessaire qu’il n’existe plus, de fait, de modèle unique d’exploitations ; celles-ci sont très diversifiées et de moins en moins semblables les unes aux autres. L’agro-écologie est un véritable projet pour l’agriculture.
Nouvel instrument communautaire mobilisant la politique de recherche et la PAC, le PEI entend susciter des partenariats entre les acteurs du développement, de l’enseignement agricole, les agriculteurs, les chercheurs et les entreprises. En cela, il reflète l’évolution récente du cadre de pensée des institutions internationales, qui voient dans l’innovation agricole moins le produit de la recherche et du transfert de connaissances que le résultat d’interactions entre acteurs au sein de réseaux plus ou moins formels.
La stratégie de Lisbonne met en avant la nécessité de stimuler la croissance et de créer des emplois dans les zones rurales, elle vise à renouveler les bases de la compétitivité européenne, à augmenter son potentiel de croissance ainsi que sa productivité et à renforcer la cohésion sociale en misant principalement sur la connaissance, l’innovation et la valorisation du capital humain.
Le secteur agricole est le premier employeur au niveau mondial et les actifs familiaux forment l'essentiel de cette force de travail. L'agriculture familiale produit plus de 70 % de la production alimentaire et gère une proportion considérable des ressources naturelles. Ce modèle d'agriculture caractérisé par sa diversité et sa résilience, a la capacité de proposer des réponses adaptées aux défis alimentaires, sociaux et environnementaux. La reconnaissance et le soutien aux agricultures familiales sont indispensables pour lutter contre la pauvreté et construire un développement durable.
Esta guía está dirigida principalmente a aquellos actores que desempeñan el rol de facilitadores de procesos entre los vendedoresy los compradores que se han mencionado anteriormente. Puede ayudarle a usted y a su organización a facilitar un proceso sistemático de aprendizaje entre actores de una cadena de valor seleccionada, y está diseñada para acompañarlo en un proceso de innovación basado en la aplicación de un juego de 4 herramientas participativas:1.
Este informe, pretende dar a conocer el proceso de conformación y fortalecimiento de la Cadena de Valor de la Malanga a través de innovaciones implementadas en sus diferentes eslabones Por lo tanto, dentro de este documento se destacan: i) El proceso de aprendizaje crítico que hatenido lugar en las distintas etapas de construcción de la cadena, ii) Los resultados obtenidos por la acción colectiva de los actores de la Alianza, y iii) Las lecciones aprendidas durante todo el proceso, las cuales se convertirán en herramientas para la toma de decisiones en futuras iniciativas.
En Colombia la política pública de cadenas productivas del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) se ha consolidado como una estrategia de desarrollo para el agro. Los Comités Regionales (CR) planean e implementan buena parte de las iniciativas de apoyo público en conjunto con el sector productivo-privado local.
En la región andina está creciendo la necesidad por sistemas de I&D orientados al cliente, que incluyan la participación de los grupos sociales involucrados.
El proyecto “Alianza para la Creación de Oportunidades de Desarrollo Rural a través de Relaciones Agroempresariales” (ACORDAR) tiene como objetivo contribuir a incrementar los ingresos, asegurar empleo permanente y fortalecer las capacidades comerciales de 5400 familias pobres del área rural en 44 municipios, en alianza con los gobiernos municipales y el sector privado.
Las Plataformas de Innovación para implementar una Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (PIASAC) para los pequeños agricultores fue un proyecto que tenía como objetivo generar conocimientos y capacidades locales sobre cambio climático y construir opciones de adaptación de manera participativa. El proyecto se llevó a cabo en el municipio de Gracias, ubicado en el Corredor Seco de Honduras.