Desde finales de la década de los ochenta, la humanidad experimenta la ruptura de muchos de los modelos, enfoques y paradigmas que hasta entonces habían guiado los procesos de desarrollo, los que abarcan las dimensiones social, económica, ambiental, tecnológica y política. La globalización y la revolución de la informática y las telecomunicaciones, entre otras, han provocado incertidumbre y complejidad para analizar los fenómenos y procesos que inciden en el desarrollo.
Los cambios acontecidos en la agricultura cubana a finales del siglo XX provocaron la ruptura del paradigma basado en la dependencia de importaciones, por lo que se precisó comenzar a construir un nuevo modelo técnico-económico sobre la base del desarrollo endógeno, asociado al fomento de capacidades innovadoras y de tecnologías sostenibles; ello exigió que los centros de desarrollo de conocimiento se centraran en la aplicación de innovaciones, mediante adecuados procesos de extensión rural.
El Documento de Síntesis provee una síntesis de los conceptos y principios del Marco Común desarrollado dentro del contexto de la Plataforma de la Agricultura Tropical (TAP, por sus siglas en inglés). El objetivo del Marco Común de la TAP es promover una mayor coherencia y un mayor impacto del desarrollo de capacidades en apoyo a la innovación agrícola en los trópicos. El Marco Común fue desarrollado en el 2015 a través de un proceso altamente participativo, en el cual se acordó que el Marco debería proporcionar las bases conceptuales y una guía operativa.
La Guía Operativa provee una breve recapitulación de los fundamentos conceptuales y principios del Marco Común de la TAP así como una guía más detallada para la operacionalización del enfoque de rutas de doble vía del Desarrollo de Capacidades (DC) para los Sistemas de Innovación Agrícola (SIA). También ofrece una estrategia para el monitoreo y evaluación, así como una caja de herramientas que pueden ser útiles en las diferentes etapas del ciclo de DC para los SIA.
Los Antecedentes Conceptuales proporcionan un análisis detallado de los fundamentos conceptuales y principios del Marco Común de la TAP.
El objetivo del Marco Común de la TAP es promover una mayor coherencia y un mayor impacto del desarrollo de capacidades en apoyo a la innovación agrícola en los trópicos. El Marco Común fue desarrollado en el 2015 a través de un proceso altamente participativo, en el cual se acordó que el Marco debería proporcionar las bases conceptuales y una guía operativa.
Este folleto proporciona una visión general del Marco Común de la TAP sobre el Desarrollo de Capacidades (DC) para los Sistemas de Innovación Agrícola (SIA).
Estas cartillas han sido producidas en el marco del Proyecto “Innovaciones institucionales para el apoyo a la gestión de procesos comerciales de la Agricultura Familiar y su vinculación con los mercados”, que se desarrolló de forma simultánea en Chile, Perú y la Argentina entre los años 2014 y 2016. Este proyecto fue financiado por el Fondo Concursable para la Cooperación Técnica del IICA (FonCT) con contrapartes gubernamentales en los tres casos. El proyecto parte de identificar tres problemas específicos con relación a la comercialización de los agricultores familiares:
En el municipio de Tepalcingo, en el estado de Morelos, los productores suelen fertilizar los campos de maíz únicamente con nitrógeno y fósforo, lo cual podría limitar su producción. Esto es ocasionado por la falta de un análisis de suelo. Por otro lado la información, sobre fechas y densidades de siembra optimas al igual que la identificación de los mejores híbridos, esta limitando los rendimientos de la región.
PESA focaliza sus acciones en “Apoyar a las Unidades de Producción Familiar en localidades rurales de alta y muy alta marginación, para incrementar los niveles de producción y productividad de sus actividades agropecuarias, acuícolas y pesqueras…”.
La metodología busca identificar las debilidades a lo largo de las cadenas agroalimentarias que llevan a la pérdida de alimentos (pérdidas de poscosecha) y, a su vez, elaborar propuestas para mejorar la eficiencia de dichas cadenas a partir de la identificación y la formulación de soluciones. La aplicación de esta metodología por los diferentes actores es un primer paso para la reducción de pérdidas de alimentos