The Farmer Field School (FFS) approach has been very successful and witnessed a strong expansion in many areas beyond crop production. Notwithstanding this success, the adoption of FFS in national extension often remains problematic and FFS activities have often been implemented in the margin of national institutions with strong reliance on donor funding. The creation of an enabling environment for institutional support is essential for expanding the effort, improving quality, and strengthening impact and continuity of the FFSs.
The importance of agriculture to Mongolia’s economy, and to its rural economy in particular, makes sustainable agricultural development a national priority. The transition from collective socialism to a market economy in the 1990s nearly caused the collapse of the entire agriculture sector. Since privatization, the number of livestock animals, mainly sheep and goats, has increased dramatically, reaching 45.1 million in 2012. This growth in both livestock and crop production was enabled by several factors. Yet investment in research and extension remains very low.
Following their first formation in Indonesia over 25 years ago, Farmer Field Schools (FFS) have served as a “proof of concept” of how transformative learning can help governments, donors and development stakeholders achieve development objectives. The FFS approach, which has now been used in more than 90 countries by more than 12 million small farmers (FAO, 2016), not only creates a space in which the practical needs of smallholders to solve production-related issues can be addressed but also fosters personal and community-level transformation through empowerment.
Este documento tiene como propósito aportar elementos de análisis de género en las cadenas de valor para identificar potencialidades y limitaciones de las mujeres dentro de las cadenas, la relación con la autonomía económica y el impacto en la mejora de sus capacidades para generar recursos propios, controlar activos y propiciar la plena participación en las decisiones que afectan sus vidas y entorno.
El material presentado reúne un conjunto de instrumentos metodológicos de utilidad en procesos inclusivos y sostenibles. La primera parte contiene tres listas de verificación para la incorporación de criterios de género en programas, proyectos, propuestas y protocolos de investigación y adaptación de tecnología hacia el desarrollo territorial.
El propósito del presente documento es evidenciar de manera gráfica la propuesta metodológica y conceptual de gestión del conocimiento del Programa Agroambiental Mesoamericano (MAP). Se ilustra el proceso de implementación de las ECAS en tres diferentes proyectos del MAP: Cacao Centroamérica (PCC), Manejo Sostenible de
Este documento tiene como propósito brindar recomendaciones para integrar el enfoque de género y equidad en las empresas rurales asociativas. Están basadas en la experiencia de MAP Noruega con la Escuela de Formación Empresarial (EFET), en la estrategia de género y equidad de MAP y en otras experiencias reportadas en la literatura sobre este mismo tema.
Esta cartilla describe el enfoque de género del Programa Agroambiental Mesoamericano (MAP). Habla de la importancia de transversalizar el enfoque de equidad de género y describe las acciones de género que fueran realizadas en el nivel local con familias
Este estudio proporciona, evidencias claras acerca de las bondades de las ECAS y de los impactos que pueden lograrse a partir de su uso apropiado, lo cual confirma y refuerza la importancia de trabajar fuertemente en la promoción y uso de las mismas como herramienta poderosa para la gestión del conocimiento en el marco del desarrollo rural sostenible a escala local y territorial.
Este manual tiene como objetivos sensibilizar al personal técnico de proyectos para que desarrollen actitudes, valores y prácticas tendientes a incorporar el enfoque de género en su quehacer; y conocer herramientas básicas con enfoque de género y su aplicación en los proyectos y acciones en el campo. El manual está concebido desde un enfoque constructivista y una metodología participativa; incluye análisis conceptual, trabajo en grupo y ejercicios que permiten procesos de reflexión y aprendizaje, para una práctica mejorada que contribuya a un desarrollo comunitario, sostenible y equitativo.