El Documento de Síntesis provee una síntesis de los conceptos y principios del Marco Común desarrollado dentro del contexto de la Plataforma de la Agricultura Tropical (TAP, por sus siglas en inglés). El objetivo del Marco Común de la TAP es promover una mayor coherencia y un mayor impacto del desarrollo de capacidades en apoyo a la innovación agrícola en los trópicos. El Marco Común fue desarrollado en el 2015 a través de un proceso altamente participativo, en el cual se acordó que el Marco debería proporcionar las bases conceptuales y una guía operativa.
La Guía Operativa provee una breve recapitulación de los fundamentos conceptuales y principios del Marco Común de la TAP así como una guía más detallada para la operacionalización del enfoque de rutas de doble vía del Desarrollo de Capacidades (DC) para los Sistemas de Innovación Agrícola (SIA). También ofrece una estrategia para el monitoreo y evaluación, así como una caja de herramientas que pueden ser útiles en las diferentes etapas del ciclo de DC para los SIA.
Los Antecedentes Conceptuales proporcionan un análisis detallado de los fundamentos conceptuales y principios del Marco Común de la TAP.
El objetivo del Marco Común de la TAP es promover una mayor coherencia y un mayor impacto del desarrollo de capacidades en apoyo a la innovación agrícola en los trópicos. El Marco Común fue desarrollado en el 2015 a través de un proceso altamente participativo, en el cual se acordó que el Marco debería proporcionar las bases conceptuales y una guía operativa.
Este folleto proporciona una visión general de la Plataforma de la Agricultura Tropical y destaca sus principales metas y actividades.
El folleto resume las principales características y objetivos del proyecto CDAIS, financiado por la UE, y ejecutado conjuntamente por la FAO y AGRINATURA para apoyar el Plan de Acción de la TAP.
Las problemáticas de las empresas familiares trascienden fronteras, escalas, entornos y rubros. Dentro del sector agropecuario, las empresas familiares representan en 80 por ciento de las unidades productivas que hacen al desarrollo económico de Argentina y Uruguay. Esta iniciativa forma una comunidad virtual donde el público objetivo son los propietarios, socios, fundadores, asesores, gerentes, potenciales sucesores y toda persona interesada en los temas relativos a la empresa familiar, sin distinción de género o edad, del sector agropecuario de estos países.
México es considerado el centro geográfico de origen del género Agrave. El maguey pulquero (Agave mapisaga y A. salmiana) se produce y se utiliza en el centro de México para realizar una bebida fermentada tradicional, conocida como pulque, que se elabora y consume desde la época prehispánica, y que aún es una forma de subsistencia para familias rurales.
Colombia produce más azúcar por mes en una hectárea de tierra que cualquier otro país. El privilegio se debe a la productividad de la caña de azúcar cultivada en el valle del río Cauca, donde 14 plantas procesadoras operan casi todo el año para producir azúcares, mieles, bioetanol y energía eléctrica. La caña es suministrada por 2750 proveedores, propietarios del 75 por ciento de las 240 000 hectáreas sembradas, y por los mismos ingenios o centrales azucareras (25 por ciento del área).
Actores locales y productores agropecuarios en Latinoamérica tienen acceso limitado a la información agroclimática y, cuando logran acceder a ella, tienen dificultades para traducirla en conocimiento procesable y accionable. Si bien los servicios climáticos son reconocidos por contribuir a cerrar la brecha entre la generación de información climática y su uso por parte de las partes interesadas, su provisión y uso en Latinoamérica aún representa un desafío crítico.
La Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) entendida como la disponibilidad y el acceso a los alimentos de calidad, es fundamental para el desarrollo humano; la sostenibilidad y el progreso del sector agropecuario son primordiales para mantener una oferta de alimentos en cantidad y calidad. En el departamento de Córdoba, la pobreza multidimensional es el doble para la zona rural (51.9 por ciento) con respecto a la urbana (23.3 por ciento). En ese sentido, los productores rurales dinamizan la economía local, contribuyen a generar empleos y con la SAN.