Este artículo tiene por propósito comparar las redes de compras públicas para la agricultura campesina y familiar en los programas de alimentación escolar de los municipios de Granada (Antioquia-Colombia) y São Lourenço do Sul (Rio Grande do Sul-Brasil) en los años de 2016 y 2017. Para tal fin, se construyó un abordaje teórico-metodológico desde la perspectiva de las redes de política pública, articulado a dos metodologías, el Análisis de Redes Sociales y la comparación de Sistemas de Máxima Diferencia.
Combatir el hambre y la desnutrición y garantizar la seguridad alimentaria son prioridades globales de acción, establecidas en la Agenda 2030, en el Objetivo 2: Hambre Cero. Su implementación requiere una acción compleja y coordinada a nivel nacional e internacional y el desarrollo de un modelo efectivo de gobernanza de la seguridad alimentaria en el futuro. América Latina es un ejemplo interesante de la regionalización de la gobernanza de la seguridad alimentaria.
Los sistemas alimentarios sostenibles son fundamentales para garantizar que las generaciones actuales y futuras tengan seguridad alimentaria y puedan llevar una dieta saludable. Para hacer la transición hacia la sostenibilidad, es necesario reconstruir muchas actividades del sistema alimentario, y un sinnúmero de actores en todo el mundo están empezando a actuar localmente. Si bien algunos cambios son más fáciles que otros, saber cómo navegar a través de ellos para promover prácticas de consumo y producción sostenibles requiere un conjunto complejo de aptitudes.
Este video ilustra los objetivos y el trabajo de la Plataforma de la Agricultura Tropical (TAP), una iniciativa del Grupo de los Veinte (G20) respaldada por la Unión Europea para mejorar la eficiencia y eficacia de los programas de desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos con el fin de fortalecer los sistemas de innovación agrícola en los trópicos y subtrópicos. La Secretaría de la TAP está albergada en la Unidad de Investigación y Extensión de la Oficina de Innovación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En esta publicación se presenta una visión general de las oportunidades y las dificultades actuales de las iniciativas encaminadas a aumentar los efectos de la extensión agraria y rural. El punto de partida para este análisis reside en el reconocimiento de que se ha superado la visión de la extensión agraria como sinónimo de la labor de los organismos del sector público.
Hoy en día, los saberes locales y las prácticas ancestrales de producción agropecuaria, cobran una singular relevancia; por cu además de permitir la vida de los pueblos originarios y poblaciones rurales tradicionales, han demostrado ser claves para pre ambiente y los recursos naturales; la biodiversidad y los hábitats de especies terrestres y acuáticas, en equilibrio con el entorno. En Paraguay, existe un pleno consenso en que estos saberes tienen su origen y difusión en los conocimientos adquiridos de generación en generación, basados en la cultura de los pueblos guaraníes.
El presente documento es un conjunto de estudios realizados en 2015 en ocho países y es complementario al ya publicado en 2014 y reeditado/actualizado por el IICA en 2016 con el título “Políticas públicas y Agriculturas familiares en América Latina y el Caribe: balance, desafíos y perspectivas” coordinado por Eric Sabourin, Mario Samper y Octavio Sotomayor, considerando que el 2014 fue declarado Año Internacional de la Agricultura Familiar.
Esta publicación producida por FONTAGRO, con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y nuestros patrocinadores, reúne un conjunto de conocimientos y experiencias a partir de once casos exitosos que muestran cómo los agricultores, trabajando de forma participativa, han adoptado tecnologías que mejoraron de forma concreta la calidad de vida de sus familias y de la región.
La obra que nos complace presentar reúne un conjunto de estudios de caso y un análisis transversal de las políticas públicas para la agricultura familiar en once países latinoamericanos, complementados por un ensayo interpretativo acerca de las implicaciones para políticas públicas derivadas de los principales eventos internacionales del Año Internacional de la Agricultura Familiar en América Latina.
El objetivo central de la estrategia es alcanzar la seguridad alimentaria de los más de cuatro millones de pequeños productores rurales e incrementar su productividad, alcanzando la sustentabilidad en el largo plazo, por medio de una estrategia que garantice la operación eficiente de una red de extensión rural con enfoque territorial que incremente sustantivamente la cobertura de los servicios.