El Documento de Síntesis provee una síntesis de los conceptos y principios del Marco Común desarrollado dentro del contexto de la Plataforma de la Agricultura Tropical (TAP, por sus siglas en inglés). El objetivo del Marco Común de la TAP es promover una mayor coherencia y un mayor impacto del desarrollo de capacidades en apoyo a la innovación agrícola en los trópicos. El Marco Común fue desarrollado en el 2015 a través de un proceso altamente participativo, en el cual se acordó que el Marco debería proporcionar las bases conceptuales y una guía operativa.
La Guía Operativa provee una breve recapitulación de los fundamentos conceptuales y principios del Marco Común de la TAP así como una guía más detallada para la operacionalización del enfoque de rutas de doble vía del Desarrollo de Capacidades (DC) para los Sistemas de Innovación Agrícola (SIA). También ofrece una estrategia para el monitoreo y evaluación, así como una caja de herramientas que pueden ser útiles en las diferentes etapas del ciclo de DC para los SIA.
Los Antecedentes Conceptuales proporcionan un análisis detallado de los fundamentos conceptuales y principios del Marco Común de la TAP.
El objetivo del Marco Común de la TAP es promover una mayor coherencia y un mayor impacto del desarrollo de capacidades en apoyo a la innovación agrícola en los trópicos. El Marco Común fue desarrollado en el 2015 a través de un proceso altamente participativo, en el cual se acordó que el Marco debería proporcionar las bases conceptuales y una guía operativa.
Este folleto proporciona una visión general del Marco Común de la TAP sobre el Desarrollo de Capacidades (DC) para los Sistemas de Innovación Agrícola (SIA).
Estas cartillas han sido producidas en el marco del Proyecto “Innovaciones institucionales para el apoyo a la gestión de procesos comerciales de la Agricultura Familiar y su vinculación con los mercados”, que se desarrolló de forma simultánea en Chile, Perú y la Argentina entre los años 2014 y 2016. Este proyecto fue financiado por el Fondo Concursable para la Cooperación Técnica del IICA (FonCT) con contrapartes gubernamentales en los tres casos. El proyecto parte de identificar tres problemas específicos con relación a la comercialización de los agricultores familiares:
Este libro, originalmente un documento de trabajo económico y sectorial del Banco Mundial, se inició como resultado de un taller internacional,“Desarrollo de sistemas de investigación para el apoyo a un cambiante sector agrícola”, que fue organizado por el Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural del Banco Mundial en junio de 2004 en Washington, DC.
La extensión es el proceso de intervención de carácter educativo y transformador, cuyo objetivo es el desarrollo económico y social de las familias rurales, a través de servicios de asistencia técnica, intercambio de tecnología, desarrollo de capacidades y capacitación. Este documento muestra como lograr estos servicios.
Este fascículo, en su versión actual , es el primero de una serie inicial de textos y recursos del Sistema de Gestión Estratégica para el Desarrollo Territorial y la Agricultura Familiar (SiGET), cuya finalidad es compartir un conjunto de orientaciones metodológicas sobre los procesos de gestión social del desarrollo de los territorios rurales y de los sistemas territoriales de agricultura familiar (STAF) que son o pueden convertirse en motores de desarrollo.
El presente informe ejecutivo está integrado por cinco capítulos. El primero contextualiza los antecedentes y objetivos orientadores del PRIICA, la estrategia de intervención, las principales conclusiones y las lecciones aprendidas extraídas de los estudios de caso de la sistematización externa. El segundo, tercero y cuarto están dedicados a los aportes y productos generados a nivel regional, nacional y por cada producto cadena.
La agricultura de América Latina y el Caribe (ALC) se enfrenta a una oportunidad global sin precedentes: satisfacer los patrones de consumo diferenciados y de mayor calidad de 7000 millones de personas en la actualidad y de no menos 9000 millones para el 2050. A esta oportunidad se suma el valor que le brinda la agricultura a las poblaciones rurales, no solo como su fuente alimentaria, sino también como su única o primordial fuente de ingresos. Y son los territorios rurales precisamente los llamados a prepararse, adaptarse y asumir el reto de alimentar al mundo.