Capacity development is regarded by CGIAR as an effective vehicle for sustainable development, when embedded within broader CGIAR Research Programs (CRP). This document offers guidelines on how CGIAR and boundary partners (or those partners who take up and adapt research results for the next level of users) can successfully develop and implement strategies which support this process of integration.
This policy brief consolidates lessons learned from an in-depth literature review on small-scale farmer (SSF) innovation systems and a two-day expert consultation on the same topic, hosted in Geneva by Quaker United Nations Office (QUNO) in May 2015. This review draws together published literature on the evolution of the concept, how on-farm innovation systems function in practice, and the roles of outside actors in supporting them.
The capacity of existing monitoring and decision making tools in generating evidence about the performance of R4D with multi-stakeholder processes, such as innovation platforms (IPs), public private partnerships (PPP), participatory value chain management (PVCM) is very limited. Results of these tools are either contextual and qualitative such as case studies that can not be used by other R4D interventions or quantitative i.e. impact assessments that do not inform what works in R4D.
Farmers and businesses need to adapt constantly if they are to survive and compete in the rapidly evolving environment associated with the contemporary agricultural sector. Rethinking agricultural research as part of a dynamic system of innovation could help to design ways of creating and sustaining conditions that will support the process of adaptation and innovation. This approach involves developing the working styles and practices of individuals and organizations and the incentives, support structures and policy environments that encourage innovation.
Multi-stakeholder or innovation platforms are increasingly seen as a promising vehicle for agricultural innovation and development. In the field of agricultural research for development (AR4D), such platforms are an important element of a commitment to more intentional, structured and long-term engagement among sector stakeholders.
Estas cartillas han sido producidas en el marco del Proyecto “Innovaciones institucionales para el apoyo a la gestión de procesos comerciales de la Agricultura Familiar y su vinculación con los mercados”, que se desarrolló de forma simultánea en Chile, Perú y la Argentina entre los años 2014 y 2016. Este proyecto fue financiado por el Fondo Concursable para la Cooperación Técnica del IICA (FonCT) con contrapartes gubernamentales en los tres casos. El proyecto parte de identificar tres problemas específicos con relación a la comercialización de los agricultores familiares:
En este artículo, representantes del sector público y privado y de organismos internacionales acordaron estrategias para dar impulso a un nuevo actor con un gran potencial, un proyecto llamado Plan Maestro del Agro de la Región Occidental (PMARO).
La metodología busca identificar las debilidades a lo largo de las cadenas agroalimentarias que llevan a la pérdida de alimentos (pérdidas de poscosecha) y, a su vez, elaborar propuestas para mejorar la eficiencia de dichas cadenas a partir de la identificación y la formulación de soluciones. La aplicación de esta metodología por los diferentes actores es un primer paso para la reducción de pérdidas de alimentos
El documento que presentamos fue pensado para que los técnicos, asesores, formadores, gestores, capacitadores, coordinadores o líderes, tanto de organizaciones rurales y asociaciones de productores, como de agencias de desarrollo –gubernamentales o de la sociedad civil― cuenten con un instrumento de apoyo para desarrollar unidades pequeñas de producción y de servicios rurales en una región parcular.
A lo largo de su historia, los servicios de Extensión y Asistencia Técnica en América Latina y el Caribe han sido un instrumento focalizado, mayormente, hacia la pequeña agricultura como una forma de mejorar las condiciones de vida en el entorno rural y llevar tecnologías (conocimientos) que sirvan no solo para aumentar la productividad, sino que devengan en un motor del desarrollo y un medio para alcanzar la seguridad alimentaria.