African agriculture is currently at a crossroads, at which persistent food shortages are compounded by threats from climate change. But, as this book argues, Africa can feed itself in a generation and help contribute to global food security. To achieve this Africa has to define agriculture as a force in economic growth by: advancing scientific and technological research; investing in infrastructure; fostering higher technical training; and creating regional markets.
This book represents the proceedings of the FAO international technical conference dedicated to Agricultural Biotechnologies in Developing Countries (ABDC-10) that took place in Guadalajara, Mexico on 1-4 March 2010. A major objective of the conference was to take stock of the application of biotechnologies across the different food and agricultural sectors in developing countries, in order to learn from the past and to identify options for the future to face the challenges of food insecurity, climate change and natural resource degradation.
Good agricultural practices (GAPs) are an indispensable tool for risk management due to the close relationship between agriculture and climate, as well as the climate variability currently being experienced. The implementation of these tools, however, involves fostering innovation, increasing knowledge and giving stakeholders, small producers in particular, a holistic view, so that they may improve their production systems, increase their resilience, and ensure their sustainability.
La metodología busca identificar las debilidades a lo largo de las cadenas agroalimentarias que llevan a la pérdida de alimentos (pérdidas de poscosecha) y, a su vez, elaborar propuestas para mejorar la eficiencia de dichas cadenas a partir de la identificación y la formulación de soluciones. La aplicación de esta metodología por los diferentes actores es un primer paso para la reducción de pérdidas de alimentos
A lo largo de su historia, los servicios de Extensión y Asistencia Técnica en América Latina y el Caribe han sido un instrumento focalizado, mayormente, hacia la pequeña agricultura como una forma de mejorar las condiciones de vida en el entorno rural y llevar tecnologías (conocimientos) que sirvan no solo para aumentar la productividad, sino que devengan en un motor del desarrollo y un medio para alcanzar la seguridad alimentaria.
En los últimos 25 años se han producido cambios significativos en la vida rural de América Latina, en sus dimensiones política, económica, social, laboral, demográfica, cultural y ambiental, a partir de lo que se denominó los Programas de Ajuste Estructural y de las decisiones políticas y económicas que tomó cada país en particular. Uno de los elementos centrales y determinantes de las reformas en los Sistemas de Extensión y Transferencia de Tecnología Agraria (SETTA) ocurrió a partir de fines de la década de los setentas y principios de la década de los ochentas.
Este libro presenta ocho estudios de caso que se cuestionan sobre un particular asunto: qué elementos caracterizan a las dinámicas económicas y políticas en los territorios donde se observa un crecimiento económico y buenos resultados sociales, esto es, una disminución de la pobreza y de la desigualdad. El análisis de estos casos demuestra dos cosas. En primer lugar, que la interpretación y capacidad de acción de los actores inciden en los resultados económicos y sociales.
Para el cumplimiento de los cuatro objetivos estratégicos definidos en el PE, el PMP 2014-2018 plantea un nuevo modelo de cooperación técnica orientado hacia el logro de resultados, haciendo un uso intensivo de todas sus capacidades técnicas, experiencia y recursos del Instituto.
La Representación del IICA en Bolivia identifcó, dentro de su Estrategia de Cooperación Técnica 2014-2018 para el país, a la agricultura familiar como un pilar de focalización en las acciones y proyectos que se desarrollan en apoyo y por solicitud de las instituciones públicas, privadas, académicas y otros socios estratégicos.
L’édition annuelle de Défis Sud propose un regard sur les agricultures, avec des faits, des chiffres et des prévisions. Face à l’augmentation de la population, au réchauffement climatique et à la perte de ressources naturelles, les solutions proposées pour répondre au défi de la sécurité alimentaire mondiale devraient davantage miser sur l’agriculture familiale et l’agroécologie. En 2018 les agricultures familiales seront encore menacées.