Los cambios acontecidos en la agricultura cubana a finales del siglo XX provocaron la ruptura del paradigma basado en la dependencia de importaciones, por lo que se precisó comenzar a construir un nuevo modelo técnico-económico sobre la base del desarrollo endógeno, asociado al fomento de capacidades innovadoras y de tecnologías sostenibles; ello exigió que los centros de desarrollo de conocimiento se centraran en la aplicación de innovaciones, mediante adecuados procesos de extensión rural.
Este estudio de caso cuenta historias inspiradoras de cambio derivadas del proyecto propuesto por el acuerdo de colaboración entre el CIP y el FIDA y permitió recuperar 171 testimonios en los tres países, de los cuales los propios productores protagonistas priorizaron 24 casos que para ellos reflejaban mejor lo que había significado el proyecto. De estos 24 casos, se seleccionaron cinco historias, de las cuales tres son de Bolivia (sus historias recibieron puntajes más altos), seguidas de una de Perú y otra de Ecuador. Tres de ellas corresponden a mujeres y dos a varones.