Le projet agro-écologique porte une ambition claire : dépasser les oppositions autour de la question du modèle de croissance de notre agriculture et inscrire l’évolution de notre agriculture et des filières agricoles et agroalimentaires dans un cadre tourné vers l’avenir et adapté aux nombreux défis que nous devons relever. Cette approche est d’autant plus nécessaire qu’il n’existe plus, de fait, de modèle unique d’exploitations ; celles-ci sont très diversifiées et de moins en moins semblables les unes aux autres. L’agro-écologie est un véritable projet pour l’agriculture.
La stratégie de Lisbonne met en avant la nécessité de stimuler la croissance et de créer des emplois dans les zones rurales, elle vise à renouveler les bases de la compétitivité européenne, à augmenter son potentiel de croissance ainsi que sa productivité et à renforcer la cohésion sociale en misant principalement sur la connaissance, l’innovation et la valorisation du capital humain.
Nouvel instrument communautaire mobilisant la politique de recherche et la PAC, le PEI entend susciter des partenariats entre les acteurs du développement, de l’enseignement agricole, les agriculteurs, les chercheurs et les entreprises. En cela, il reflète l’évolution récente du cadre de pensée des institutions internationales, qui voient dans l’innovation agricole moins le produit de la recherche et du transfert de connaissances que le résultat d’interactions entre acteurs au sein de réseaux plus ou moins formels.
Le secteur agricole est le premier employeur au niveau mondial et les actifs familiaux forment l'essentiel de cette force de travail. L'agriculture familiale produit plus de 70 % de la production alimentaire et gère une proportion considérable des ressources naturelles. Ce modèle d'agriculture caractérisé par sa diversité et sa résilience, a la capacité de proposer des réponses adaptées aux défis alimentaires, sociaux et environnementaux. La reconnaissance et le soutien aux agricultures familiales sont indispensables pour lutter contre la pauvreté et construire un développement durable.
This book documents a unique series of 19 case studies where agricultural biotechnologies were used to serve the needs of smallholders in developing countries. They cover different regions, production systems, species and underlying socio-economic conditions in the crop (seven case studies), livestock (seven) and aquaculture/fisheries (five) sectors. Most of the case studies involve a single crop, livestock or fish species and a single biotechnology.
Los objetivos del presente trabajo fueron: implementar actividades participativas con enfoque de género, que permitieran el desarrollo de la mujer dentro de los contextos agrícolas en estudio; generar capacidades y utilizar habilidades ya existentes en estas, que permitieran su incorporación a las labores productivas y con ello a la obtención de nuevas fuentes de ingresos familiares y el mejoramiento de la alimentación, así como potenciar de manera general, una mayor participación e impacto femenino en el funcionamiento de la comunidad.
El objetivo de este trabajo es mostrar, a través de un estudio de caso, la utilidad de incorporar en la práctica de los proyectos la definición y evaluación participativa de las metas, para conocer las percepciones de la diversidad de actores que conforman los espacios locales, identificar posibles alianzas y armonizar intereses y resultados esperados en las estrategias de desarrollo con enfoque de género
Se realizó un estudio con el objetivo de identificar las brechas de formación en cuanto a la capacidad gerencial; la situación actual en instituciones, organizaciones y proyectos respecto a la determinación de la demanda de formación de capacidades en cultura y gestión empresarial en el marco agropecuario; así como los actores con posibilidades de asumir labores como promotores, facilitadores y formadores, que dieran respuesta a un programa de formación propuesto para los años 2015-2017.
Se realizó una investigación con el objetivo de identificar las limitantes para la producción de alimentos, así como sus causas y posibles soluciones, en 25 fincas de los municipios Perico, Martí, Colón y Jagüey Grande (provincia Matanzas, Cuba) involucradas en el Programa de Innovación Agrícola Local (PIAL); las cuales se identificaron y construyeron, de manera conjunta, con productores, propietarios o usufructuarios de dichas fincas.
El objetivo de este estudio fue fundamentar la propuesta de un modelo de gestión tecnológica en la relación universidad-empresa estatal ganadera cubana. Para ello se diagnosticó el 82,4 % de la población de cinco departamentos en la Universidad de Pinar del Río y el 45,4 % de los directivos en la Empresa Pecuaria Genética Camilo Cienfuegos. El modelo que se propone se concibió como participativo, continuo y flexible, con enfoque sistémico y estratégico; presenta cuatro fases para su implementación.