Combatir el hambre y la desnutrición y garantizar la seguridad alimentaria son prioridades globales de acción, establecidas en la Agenda 2030, en el Objetivo 2: Hambre Cero. Su implementación requiere una acción compleja y coordinada a nivel nacional e internacional y el desarrollo de un modelo efectivo de gobernanza de la seguridad alimentaria en el futuro. América Latina es un ejemplo interesante de la regionalización de la gobernanza de la seguridad alimentaria.